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Perdigones y leche


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Llegó un camión!! grita mi mamá desde la ventana. Corro. Miro. Es cierto. Es grande. ¿Cómo pasó? es lo primero que se me viene a la mente. Después de tres días de barricadas y con todas las calles trancadas un camión se estaciona frente al abasto de los chinos, frente a mi casa. 
Hago inventario en mi cabeza rápidamente. Papel compramos hace ya una semana. En esa oportunidad tuvimos suerte, tres paquetes por persona, tan sólo Bs 55. En total trajimos doce, mi papá y yo pasamos dos veces. ¿Harina? Hay harina, sólo tres kilos... pero hay harina. ¿Jabón? También tenemos reserva, sin embargo mi madre sigue diciéndome que le eche menos Ariel a la lavadora, porque uno nunca sabe hasta cuando alcance. 
¿Leche? ¿Será que es leche? Ojalá sea leche. Cómo me hace falta la leche. Tengo días con ganas de tomarme un Toddy bien frío, con mucho hielo y mucha leche.

Suena el teléfono. "¿Me dijeron que llegó un camión?". Es mi tía. Vive en la misma urbanización, pero más lejos del abasto, pero una amiga de una amiga le dijo a una amiga que la llamó que había llegado un camión. 
Me quito la pijama y me visto. No encuentro el pantalón que me gusta, ese que está viejito y sólo me pongo para ir al abasto. Busco otra cosa. No hay que desperdiciar tiempo. La cola ya se forma. 
Llego al final de la fila y el camión ya está descargando. "Es papel", dice la mujer que está de primera en la fila. Yo quería que fuera leche. 
Suenan tiros, de esos que no sabes de dónde vienen. La gente no se mueve de la cola. Seguro son los muchachos de las barricadas haciendo bulla para que venga la policía. Me venden sólo dos paquetes de cuatro rollos, el procedimiento es rápido. La gente lleva el pago exacto y la cola fluye. 

- Ya van a trancar el paso. ¿Dónde estás? 
- Voy llegando -me dice mi papá al otro lado del teléfono. 

Se escuchan las sirenas de la policía. Parece que viene también la Guardia. Mi papá llega al apartamento con una bolsa y en ella trae leche. Mientras suenan los primeros perdigones agarro la licuadora para hacerme un Toddy. Echo el agua, coloco la leche. Ya viene la tanqueta. Mi tía llama. Un motorizado está disparando a su edificio. Una bala entró al cuarto piso. Las piedras y los perdigones van de un lado a otro. Miro a la ventana. La gente está sobre las azoteas. La batalla empieza. El Toddy se me olvida. 


Ariana Briceño Rojas

Ariana Briceño Rojas

2 comentarios:

  1. muy buena crónica.. esa fotografía por casualidad es en Valera? en la Urb la Beatriz?

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  2. muy buena crónica.. esa fotografía por casualidad es en Valera? en la Urb la Beatriz?

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